XI ANIVERSARIO DEL IDEV

Department of Spanish and Portuguese

Brigham Young University

 

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Discurso del Decano de la Facultad de Humanidades y Miembro Emérito del IDEV

Dr. John Rosenberg

     2013.  Hace setenta y cinco años César Vallejo murió en Paris.  Howard Quackenbush me presentó a Vallejo, no en carne y hueso, no:  ni Howard ni yo somos tan viejos.  Me lo presentó en blanco y negro cuarenta años después de la muerte del vate: 1978, que no fue el momento más grave de mi vida, sino el principio de ella como hispanista.  Gracias a Howard.   Y gracias a Howard, Vallejo (y Borges, y Heredia, y aun el patético José Asunción Silva), siguió (siguieron), no muriendo sino viviendo. 

     Me parece curioso, y admirable—y admirablemente hispano—que la celebración de una cultura, de un país, de una historia, se arraigue en la vida de un poeta.  Es inconcebible pensar, por ejemplo, en un instituto de estudios sobre Walt Whitman con metas tan expansivas como las del Instituto de Estudios Vallejianos. 

     La poesía es el estudio de la repetición—de sonidos, de imágenes, de estructuras, de valores, de memorias. La palabra verso  traza sus orígenes a la voz latina vertere, que quiere decir volver, y volver es la acción de recordar.  La poesía es el estudio de la memoria.  Verso se relaciona etimológicamente con conversación-volver juntos, recordar en comunidad.  El Instituto de Estudios Vallejianos reconoce que la poesía, y específicamente la poesía de Vallejo, recuerda y anima la conversación peruana—una voz importante en la gran conversación  de la humanidad.  Esto es humanitas: el estudio de la experiencia y la esencia humanas. 

     Todo esto intuí (sin comprender) y claro, con palabras distintas, hace treinta y cinco años en 451, mientras Howard Quackenbush hacía sus pantomimas de Chac Mol, y nos decía, y nos vivía (sí, vivir es transitivo),  que el verso, y la imaginación y el arte (poesis: invención, creación) son divertidas, e imprescindibles.  Es simétrico  y apropiado que esta noche versifiquemos (es decir, volvamos, recordemos) al vate universal, y al profesor universitario.  A los dos estoy agradecido, a uno en blanco y negro y abstracto, y al otro, maestro, mentor y colega cuyas lecciones  kodacromáticas no olvidaré.  Gracias, Howard.

Discurso del Dr. David Laraway, Director del Departamento de Español y Portugués y Miembro Fundador del IDEV

Estimados amigos, es un placer tremendo para mí estar con ustedes en esta ocasión, celebrando el undécimo aniversario del Instituto de Estudios Vallejianos. Llevo ya varios años participando en estas fiestas, tanto como el actual director del departamento de español y portugués como parte del comité directivo del instituto. Y nunca deja de llamarme la atención la ironía de un grupo nutrido de admiradores de la obra literaria de César Vallejo—los que nos unimos bajo la bandera de Vallejo para celebrar lo mejor de la cultura hispana—y la propia obra de Vallejo: una obra--una poesía sobre todo--íntima, personal, hasta hermética. Muchos de los grandes poemas de Vallejo captan exquisitamente la experiencia del sufrimiento del individuo, de su soledad. Muchos de ustedes recordarán los famosos versos que rezan así: 

 

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! 

Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, 

la resaca de todo lo sufrido 

se empozara en el alma... ¡Yo no sé!

 

Y luego dice: 

 

Son las caídas hondas de los Cristos del alma 

de alguna fe adorable que el Destino blasfema. 

Esos golpes sangrientos son las crepitaciones 

de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

 

Son versos que ya forman parte del patrimonio universal del poeta, versos que no sólo escuchamos sino sentimos en el cuerpo y el alma. Todos conocemos la sensación de sentirnos solos, abandonados, y hasta olvidados por Dios. 

 

Pero la médula de la poesía vallejiana se plasma en la experiencia de la comunión. Si esta vida está llena de golpes injustos, está llena también de momentos de epifanía, de gracia. Momentos repentinos de iluminación, de solidaridad, de comunión. Vallejo había escrito lo siguiente después de visitar un grupo de obreros durante una visita a Rusia: 

 

Se tocó un piano y balalaika, la Canción triste de Tchaikovski y, luego, la Rapsodia número 2, de Liszt. Confesaré que se me antojó a mí un tanto inoportuno, aquí, en un centro obrero […], el anuncio de la música del romántico húngaro. Pero mi sorpresa fue aún mayor, cuando ella fue ejecutada. […] Durante el tiempo que duró esta música, vi y sentí cómo vibraba la masa, poseída de un vasto calofrío espiritual. […] Esta masa me dice ahora: la sustancia primera […] es el amor universal. […]. Mañana […] la forma del amor será el abrazo definitivo de todos los hombres.

 

Me gustaría terminar con un poema más de Vallejo, donde habla más concretamente de ese abrazo de solidaridad. 

 

Al fin de la batalla, 

y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre 

y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!» 

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

 

Se le acercaron dos y repitiéronle: 

«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!» 

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

 

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil, 

clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!» 

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

 

Le rodearon millones de individuos, 

con un ruego común: «¡Quédate hermano!» 

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

 

Entonces todos los hombres de la tierra 

le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado; 

incorporóse lentamente, 

abrazó al primer hombre; echóse a andar...

 

La masa de pan que se nos quema en la puerta del horno se ha convertido ya en una masa humana, colectiva, que incluye a todos nuestros hermanos y hermanas en todo el mundo. Y así, el poeta más solitario que nadie se convierte, a mi ver, en el poeta universal que celebra una esperanza que nos une a todos. 

 

En esta noche, agradezco la presencia de todos ustedes. Agradezco la valiosa labor del Instituto de Estudios Vallejianos y su infatigable directora, la doctora Mara García. Y más que nada, doy gracias por la palabra poética, la palabra tan esmeradamente cuidada y elaborada por un poeta fallecido hace más de setenta y cinco años, cuya voz nos sigue hablando íntimamente y públicamente a todos hasta el día de hoy. Muchas gracias.   

 

Palabras de Bienvenida Dra. Mara L. García, Presidente-fundadora del IDEV

 

Buenas noches respetables representantes de BYU y de la comunidad peruana e hispana en Utah, Miembros Honorarios, fundadores de la Institución, amigos, estudiantes y distinguido público que nos acompaña en esta noche.

         En nombre del IDEV, les extendemos  una cordial bienvenida a nuestro XI Aniversario de la Institución.         

         Este año la Institución cumple más de dos lutros de funcionamiento manteniendo un rol activo en los EEUU y en el extranjero.  Asimismo este 2013,  el Heraldo Vallejiano cumplió una década de funcionamiento.

         Recientemente, Santiago de Chuco, tierra natal del poeta Vallejo recibió el galardón de ser nominada por un voto unánime del Congreso de la República del Perú como la capital de la poesía y nuestra Institución tuvo el privilegio de apoyar en el evento de adhesión más grande que se realizó en Lima.  Hemos avalado y seguimos colaborando con Instituciones vallejianas en el Perú y en el extranjero.  Asimismo en proyectos loables como “Semillero Vallejiano” gestado poe el poeta Alfred Asís.

El mérito del  reconocimiento de nuestra Institución es gracias a un equipo de personas que trabajan con denuedo y entusiasmo para lograr “eventos del alma”, como el que celebramos en este 5 de diciembre.

 

         Es un gran honor contar con el apoyo de los Miembros honorarios, Socios fundadores, miembros activos, Coordinadores y amigos  que mantienen en alto el buen nombre y el prestigio de nuestra Filial. 

         Enumerar nombres sería una lista interminable, sin embargo quisiera agradecer en esta oportunidad al Dr. John Rosenberg, Decano de la Facultad de Humanidaes y Miembro Emérito del IDEV, a quien agradecemos por su valioso apoyo para que la organización continúe funcionando.  Al Dr.David Laraway, Director del Departamento de Español y Portugués de BYU y Miembro Fundador por apoyar este evento, a la Coordinadora de los Aniversarios, Gloria Stallings, por la gran labor que realiza para el Instituto. A Alberto Puertas por estar siempre presente como maestro de ceremonia en los Aniversarios. De igual manera a todos los colegas que han hecho posible esta actividad.        

      Es un honor contar esta noche con personas talentosas como Denisse Williams, Luis Fernando Vásquez, los hermanos Alo y, Lidia Abanto Huapaya que nos deleitarán en el espacio artístico. Mi reconocimiento a este dilecto público que nos acompaña en esta actividad.  Gracias a ustedes existimos nosotros y ustedes nos honran con su presencia en esta noche ecuménica.     

         Unidos seguiremos  trabajando para mantener encendida la llama de la antorcha que se prendió en el 2002.  Bienvenidos a la Trayectoria del IDEV en los EEUU.

         En esta oportunidad es un  honor para el IDEV otorgar el Premio César Abraham Vallejo a un gran MAESTRO, al Dr. Howard Quackembush, Miembro fundador del IDEV y procedo a leer la placa.

 

Diplomas y Méritos Vallejianos entregadados por el Dr. Greg Stallings, II VicePresidente del IDEV

Magister Gloria Stallings

Dr. Doug Weatherford

Magister Alberto Puertas

Magister Ernesto González

Grupo Musical Los Reyes del Bolero

Grupo Musical Miel de Establo

 

 

         Algunas fotos del evento

(Se agregarán más fotos)

 

 

Interpretación de "Los heraldos negros"

El tenor Luis Fernando Vásquez

 

Lod hermanos Alor

La extraordinaria pianista Denisse Williams y el tenor Luis Fernando Vásquez